Los beneficios de la educación personalizada en un centro privado

La educación personalizada es una de las razones fundamentales por las que numerosos padres se decantan por un centro privado para sus hijos. Según estadísticas del Ministerio de Educación, el número de alumnos escolarizados en la educación privada ronda el millón.

La libertad de elección es uno de los motivos que se suelen esgrimir para justificar la elección de la educación en un centro privado. Se trata de un criterio siempre para tener en cuenta, pero que tiene más que ver con la mentalidad de los progenitores. Por lo que respecta a la incidencia directa de las metodologías de estudio en los alumnos, sin duda, la personalización de la educación es un factor que reviste una gran relevancia.

Los padres también tienden a ponderarlo consecuentemente a la hora de escoger el centro de estudios de sus hijos. Pero, ¿en qué consiste esta faceta? ¿Cómo se materializa? A continuación, desgranamos sus claves detalladamente.

La personalización de la enseñanza: una cuestión de medios

Una propuesta educativa personalizada supone un horizonte normativo que interesa en todo centro de enseñanza. Se trata de ajustar al máximo la atención de la educación a las condiciones y necesidades específicas de cada alumno. Sin embargo, no todos los institutos y escuelas están en disposición de garantizarla o, al menos, acercarse a sus estándares mínimos.

Como habíamos señalado, las complicaciones no son relativas a una discusión sobre el método, que es el preferido por parte de la comunidad educativa, como viene siendo señalado recurrentemente en los currículos. Estas dificultades se relacionan con las carencias que, por ejemplo, algunos centros de enseñanza pública manifiestan para llevar a cabo esta personalización educativa.

En un centro privado, se despejan estos problemas. Nos referimos, en especial, a que las ratios de estudiantes por clase se pueden reducir a la cantidad que posibilite que la asistencia al alumnado sea realmente personalizada. La garantía de esta metodología pasa, por tanto, por contar con suficientes recursos humanos y materiales.

¿Cómo se concreta esta personalización de la formación en un centro de educación privado?

Hemos reseñado el factor decisivo: unas ratios ajustadas y que eviten la masificación de las aulas. No cabe duda de que, si las clases no están a rebosar de alumnos (por encima, por ejemplo, de la treintena), el profesorado se va a poder enfocar más eficientemente en las cuestiones propias de cada uno.

Pero existe una serie de factores coadyuvantes en esta fórmula de éxito. Uno de los más destacados es la calidad del profesorado, caracterizado por su cualificación y experiencia. Como sucede con el aforo de las aulas, un centro privado no tiene impuestas, en este sentido, limitaciones. Por consiguiente, puede pujar, elevando los sueldos respecto al sector público, con el fin de optar a la contratación de los profesionales más reputados y motivarlos convenientemente.

Asimismo, hemos de remarcar la oferta de servicios que, a grandes rasgos, van a hacer la vida más fácil al alumnado. La educación personalizada pasa también por favorecer, mediante diferentes ayudas, que los estudiantes puedan centrarse solo en su formación. Este objetivo se consigue poniendo a su disposición, entre otras cosas, unas instalaciones cómodas y atractivas, tecnologías punteras, servicios de comedor transporte, actividades extraescolares, acceso al aprendizaje de idiomas extranjeros alternativos al inglés (como el alemán, francés y chino), asistencia médica, etc.

Una educación personalizada y centrada en el estudiante

¿Cómo se sustancia el criterio de la personalización en el itinerario de los estudiantes? La necesidad de que nadie se quede atrás no tiene que suponer ninguna merma de la cultura del esfuerzo ni el retraso del conjunto de la clase. Si un alumno tiene problemas específicos, se destinan recursos concretos e ingentes para que pueda ir resolviéndolos sin tener que aislarse del resto de la clase.

Por consiguiente, el valor añadido de este método de enseñanza consiste en establecer rutas de aprendizaje personalizadas. Desde edades tempranas, los alumnos no solo van a poder solucionar las primeras carencias formativas que se observen, sino que también van a tener la posibilidad de elevarse en las parcelas de la educación que se les den mejor.

Así que van a disponer de los medios que necesiten para ensayar una primera especialización en sus áreas favoritas. De este modo, aparte de poner a su alcance los recursos pertinentes, se fomentan su iniciativa y creatividad. La personalización, obviamente, también pasa por facilitar que los estudiantes puedan despuntar en sus facetas más distintivas.

Para cumplir estas metas, aparte de con un profesorado especializado, van a contar con la contribución de un servicio de orientación (el cual también puede ya ir recomendando salidas laborales interesantes) y la aportación de un gabinete de psicología. Estamos sensibilizados con la salud mental, que resulta fundamental en estas etapas.

En definitiva, la educación personalizada es un requisito deseado que solo los centros privados pueden aspirar a cumplir con las máximas garantías. En consecuencia, vale la pena que los padres pongan en valor los criterios y recursos que la materializan.